Roni Deelen, in memoriam

Por Fernando Ramos

Esta madrugada pasada (domingo) la familia de Roni Deelen me ha comunicado que había fallecido. Desde algunas semanas atrás su estado de salud se había deteriorado y estaba atendida por la Unidad de Cuidados Paliativos.

Era una matrona jubilada de origen escocés que llevaba varios años en España con su marido, Arturo, sirviendo como misionera. Su impacto ha sido muy importante sobre todo en el ámbito de los profesionales de la Salud y en concreto de la Enfermería. La conocí en los años 90 del siglo pasado. Los GBU me animaron a que tomara contacto con un grupo incipiente de enfermeras que estaba tratando de replicar en España el movimiento de Enfermería Cristiana Internacional (Nurses Christian Fellowship International, NCFI). Tuvimos nuestro primer encuentro en la estación de Atocha en Madrid, junto con 2 enfermeras madrileñas más. Desde el primer momento me impactó su energía, convicción y confianza en la providencia de Dios.

Si has tenido algún contacto con el movimiento de Enfermería Cristiana en España es imposible que no la recuerdes. Su cercanía, humildad, espíritu de servicio, capacidad de inspirar a otros, capacidad de lucha y fe dejaron lecciones de vida para todos los que tuvimos el privilegio de conocerla. Su legado es amplio y, entre otros, ha cristalizado en el movimiento de Enfermería Cristiana en España. Muchos  pacientes y enfermeras han podido experimentar la presencia del Señor a través de la vida de Roni. Por ello, lo que ella dijo e hizo influyó, influye e influirá sobre muchas personas.

Es evidente que para el movimiento de Enfermería Cristiana en España es una gran pérdida -en un sentido irreemplazable-, pero somos conscientes que su ejemplo inspirará a más enfermeras a descubrir lo trascendente que es su profesión. Amaba a Dios profundamente y amaba a la enfermería, lo que hizo que les dedicara su vida. Damos gracias por haberla tenido entre nosotros, por la visión amplia que nos comunicó y por el ejemplo que nos dio. Mentora incansable, amiga, cuidadora. Ha terminado su obra. Ahora descansa de sus trabajos y disfruta de la presencia de Dios.

Soli Deo Gloria. 2 Timoteo 4:7-8.

Fernando Ramos, presidente de Enfermería Cristiana España.