‘Diálogo y relaciones personales, factores de bienestar en la ciudad’

Una mesa redonda abrió el encuentro Idea 2020 en Valladolid. La concejala de Servicios Sociales conversó con evangélicos de la ciudad.

Joel Forster

VALLADOLID · 14 DE FEBRERO DE 2020 · 23:50

Vista general de la mesa redonda que dio inicio a Idea 2020 en Valladolid, el 14 de febrero de 2020. / J. Forster,
Vista general de la mesa redonda que dio inicio a Idea 2020 en Valladolid, el 14 de febrero de 2020. / J. Forster

“Trabajando por el bienestar de la ciudad”, fue el tema de la mesa redonda que abrió en Valladolid el encuentro anual de la Alianza Evangélica Española, Idea 2020.

El Centro Cívico Cuna de Valladolid acogió el viernes 14 de febrero el acto público, que reunió a unas 80 personas que se acercaron a escuchar la conversación moderada por Luis Fajardo, Director de la Sociedad Bíblica en España.

“Los evangélicos normalmente no venís a pedir, sino a plantear soluciones a situaciones que hay en Valladolid”, dijo la concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, Rafaela Romero Viosca, que en su intervención afirmó que “el fenómeno religioso es importante, lo ha sido siempre” y que, por tanto, debe estar presente “en el ámbito público, no solo el privado”.

La representante política llamó a “incorporar las diferentes formas de ver la vida y respetar la diversidad”.

Romero reconoció que los representantes políticos a veces no llegan a todas las demandas de la sociedad, pero vio como positivo el cambio en la forma de entender la política de los últimos años a nivel general, “una crisis de identidad que nos lleva a un momento interesante. Por eso el diálogo es importante ahora, para buscar respuestas comunes”.

Romero mencionó la soledad de las personas mayores o la pobreza infantil como dos de los grandes retos en las ciudades, que “no se solucionan con más tecnología sino con relaciones personales”.

Por su parte, el representante de la asociación cultural Peregrino Soy, enfatizó la “importancia de la diversidad religiosa”, una realidad que se da también en Valladolid, donde hay 60 lugares de cultos cristianos no católicos, muchos de ellos evangélicos.

“Valladolid refleja la diversidad real, también la religiosa, es importante reconocerla”. A la hora de trabajar mejor por la “convivencia”, dijo, es necesario conocer la pluralidad de cosmovisiones, pero “para respetar las diferencias hay que conocerlas”. Así será posible darse cuenta de “qué valores podemos compartir”.

 

X. Manuel Suárez: relaciones personales y voluntad de acuerdo

En su intervención, X. Manuel Suárez, secretario general de la Alianza Evangélica Española, citó el texto bíblico de Lucas 19, donde Jesús mira la ciudad y se conmueve por ella, “capta sus valores, diagnostica sus aspiraciones globales, sus patologías sociales, su identidad colectiva, su alma de ciudad”. Desde este punto, llamó a los asistentes a “trabajar por el bien de la ciudad aprendiendo a descubrir su corazón colectivo, cómo es y qué quiere”.

Esta no es una responsabilidad solo de los políticos, defendió, sino de toda la ciudadanía, un concepto que hay que recuperar, así como “mecanismos de democracia directa que ayuden a la gente a decidir “qué modelo de ciudad quiere”.

Suárez habló de las relaciones personales, que dan verdadero bienestar a las personas, y cómo estas son moldeadas por la ordenación urbanística: “las plazas, los espacios verdes, los bancos en los que sentarse (...) El proyecto de ciudad que asumamos condicionará profundamente nuestro desarrollo humano”.

En referencia a la historia de Valladolid, Suárez dijo: “Nosotros, como minoría protestante, sabemos bien lo que significa ser desconocidos por la ciudadanía y sus gobernantes. Aquí mismo en Valladolid la memoria de nuestra presencia ha tenido que ser reabierta después de siglos de ignorancia consciente y voluntaria (…) Que la ciudad le haya dedicado una calle a Cazalla no es bueno solo para los protestantes, es bueno para convertir a Valladolid en una ciudad más abierta y respetuosa de las minorías”.

Las iglesias evangélicas, dijo, “tienen ya una amplia experiencia en integración mutua de minorías culturales, lingüísticas y étnicas y nos ofrecemos para colaborar en ese proceso”.

Finalmente, llamó a la búsqueda del consenso, destacando que “la actividad pública municipal debería ser un entorno propicio para el el diálogo sin apriorismos, la apertura de mente, la tolerancia mutua y la voluntad de acuerdo”.

Lea aquí la intervención completa de X.M. Suárez en la mesa redonda.  

 

Coloquio abierto

El acto concluyó con un interesante coloquio con el público asistente, en el que varios evangélicos de la ciudad plantearon ejemplos de aportaciones culturales y sociales del protestantismo, y reivindicaron la presencia ciudadana de las comunidades evangélicas, algunas de las cuales tienen más de un siglo de historia.

También se habló de la separación iglesia-estado, y de una laicidad bien entendida en la que los grupos de fe participan junto al resto de la sociedad en la construcción del modelo de ciudad.

La concejala Rafaela Romero agradeció las aportaciones, y se mostró abierta en varios puntos a buscar vías de trabajar más de cerca con las iglesias evangélicas de la ciudad.

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