El CEEB supera los 50 años de enseñanza y entra en el contexto digital

El presidente del centro académico, Pedro Puigvert, repasa su historia y retos más recientes en una entrevista.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 23 DE SEPTIEMBRE DE 2020 · 11:30

El actual presidente del CEEB, Pedro Puigvert, impartiendo una clase en un curso anterior. / Fotograma de <a target="_blank" href="https://www.rtve.es/alacarta/videos/buenas-noticias-tv/buenas-noticias-tv-centro-evangelico-estudios-biblicos/5474273/">un reportaje</a> de Buenas Noticias TV,
El actual presidente del CEEB, Pedro Puigvert, impartiendo una clase en un curso anterior. / Fotograma de un reportaje de Buenas Noticias TV

Este mes de septiembre se cumplen 51 años de la fundación del Centro Evangélico de Estudios Bíblicos (CEEB), en Barcelona. La entidad académica fue, tal y como recuerda su presidente, Pedro Puigvert, fruto de la acción coordinada entre nueve iglesias de Asambleas de Hermanos y de la Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España (FIEIDE), con nombres al frente como José María Martínez, Antonio Martínez Conesa, Santiago Giordano o Ginés Andreu, y en el contexto de un primer movimiento de reconocimiento de la libertad religiosa por parte del Estado español, en plena dictadura franquista.

El centro, que vio como el curso que coincidía con el 50 aniversario se veía afectado por la epidemia del coronavirus, da ahora el salto a la plataforma digital en el contexto de incertidumbre generado por la pandemia. A pesar de mantener su carácter presencial, para el nuevo año académico que comienza también han ofrecido la posibilidad de realizar los estudios a distancia. “La voluntad es que cualquier persona de cualquier lugar, que hable y entienda el castellano, pueda inscribirse”, subraya Puigvert.

El CEEB supera los 50 años de enseñanza y entra en el contexto digital

Imagen de archivo de una clase en el CEEB. / CEEB

Pregunta: ¿Cómo comenzó la andadura del CEEB?

Respuestas: El origen del CEEB fue la preocupación de un grupo de hermanos, dirigentes de iglesias en Barcelona, por la formación de aquellos de sus miembros que sentían el llamamiento del Señor para entrar en su obra y servir en sus propias congregaciones. Lo que hicieron fue adoptar una forma que en aquella época era novedosa, como era el hecho de realizar clases nocturnas, al finalizar la jornada de trabajo, para mayor facilidad de los hermanos que querían estudiar. A partir de ahí se organizó el centro.

En un principio, la idea había aparecido en una reunión de la Alianza Evangélica Española, pero no cristalizó hasta años más tarde, después de que se aprobase la primera ley de libertad religiosa, que no fue tal, en 1967. Entonces, se aprovechó el momento, y que esta ley permitía un poco más de espacio a la libertad religiosa, para organizar el CEEB.

La dictadura ya estaba entrando en su última fase y por medio de esta ley se abrieron las puertas a tener algunas de las instituciones que están funcionando hoy todavía. También permitió usar la escasa libertad que se concedía, y en 1969, después de unas cuantas reuniones, se formó una junta que puso en marcha el centro en el mes de septiembre de aquel mismo año.

 

P: Sin duda, se trata de contextos históricos y sociales muy diferentes ¿Cuál ha sido el desarrollo de la institución a lo largo de estos 51 años?

R: Ese desarrollo podría observarse a la par con la propia evolución del CEEB en cuanto al lugar en el que celebrar las clases. Al principio se comenzó en la sala superior de la iglesia de la calle Terol. Después, a causa de una obras que tuvieron que hacer, pasamos un par de años en la iglesia de la calle Verdi. De allí fuimos al local de la organización Juventud Para Cristo (JPC), en Gran Vía. Pero desde el origen siempre había una intención de que el CEEB dispusiera de un local propio para poder realizar sus clases. Entonces, gracias a hermanos de Suiza y Alemania que tuvieron interés en el proyecto, al final se pudo llevar a cabo. En cuanto a lo demás, todas las vicisitudes del tiempo de transición entre la dictadura y la democracia, desde el punto de vista académico, no nos afectaron mucho. Nosotros pudimos hacer nuestro trabajo al margen de la situación política de cada momento. 

El CEEB supera los 50 años de enseñanza y entra en el contexto digital

Uno de los retos que afronta el CEEB es el de la dualidad entre las clases presenciales y la formación a distancia./Fotograma de un reportaje de Buenas Noticias TV

P: ¿Cómo habéis percibido la evolución de los diferentes retos de la enseñanza teológica en España?

R: Desde el principio, el CEEB ya marcó una línea que era la del protestantismo histórico. Es decir, fundamentaba su enseñanza sobre la base de las ‘cinco solas’. Lo que ocurrió al cabo de unos años, también por influencia de algunas personas que vinieron de otros lugares, es que hubo un intento de tender hacia un sistema de teología concreto como era el dispensacionalismo. La espoleta de esto fue un libro de José Grau, Escatología: Final de los tiempos, en el cual explicaba la historia del dispensacionalismo. Esto provocó que algunos miembros del consejo se molestasen porque entendieron que había cierta intencionalidad en la obra. En cierta forma hubo una crisis.

Cuatro de las iglesias que formaban la asamblea del CEEB la abandonaron, pero el resto continuó. Con el tiempo fundaron otra institución, la Escuela Bíblica Evangélica (EBE), que seguía una línea claramente dispensacionalista mientras el CEEB continuaba arraigado a su carácter inicial. Con el paso de los años, el CEEB y la EBE han llegado a un acuerdo para volver a encontrarse y formar el CEEB-EBE, compartiendo un mismo currículum académico y también profesorado. No es una unión institucional, porque esto por ahora no ha sido posible, sino desde el punto de vista académico. 

 

P: Ahora dais el paso a la plataforma online. ¿Qué ha motivado esta iniciativa?

R: Esta iniciativa viene dada por la actual situación de pandemia. Queríamos continuar con nuestro modelo de formación presencial, pero cabía la posibilidad de ser interrumpidos por la normativa de seguridad que dicta la Administración y que va modificándose cada pocas semanas. Aprovechando esta circunstancia vimos también la oportunidad de extender el CEEB a un ámbito más amplio. Hasta ahora, al ser presencial, estaba quizá reservado prácticamente a los residentes en la zona de Barcelona y alrededores, pero ahora, a través de una plataforma digital, lo puede cursar todo aquel que quiera. Vamos a retransmitir las clases en directo, de manera que en el aula habrá unos pocos alumnos para que el profesor no se encuentre totalmente solo y el resto lo seguirán a distancia.

Seguimos creyendo en la forma presencial y que es muy importante que alumnos y profesor puedan interactuar durante las clases, pero esto también es posible hacerlo hoy día en la plataforma digital. Los alumnos que se inscriban en nuestra plataforma digital podrán seguir las clases en directo o en diferido. La voluntad es que cualquier persona de cualquier lugar, que hable y entienda el castellano, pueda inscribirse.

Además, en nuestro currículum académico siempre hay alguna asignatura tipo seminario que motiva un seguimiento más amplio. Por ejemplo, nuestro seminario sobre apologética, para el que ya hemos recibido inscripciones de personas de diferentes lugares de España. 

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Para este nuevo curso, el CEEB retransmitirá sus clases en directo y también podrán consultarse en diferido./Fotograma de un reportaje de Buenas Noticias TV

P: ¿Cómo os han afectado las medidas de seguridad consecuencia de la pandemia?

R: No tendremos un problema con las medidas de seguridad impuestas por la Administración porque contamos con que en el aula, que tiene capacidad para 60 personas, solamente haya unos pocos alumnos y se mantenga la distancia estipulada. En lo que más nos ha afectado es en la necesidad de adquirir equipamiento tecnológico para poder garantizar la calidad en la retransmisión de las clases y el desarrollo de la plataforma digital.

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