España afronta una crisis migratoria en Ceuta sin precedentes. En dos días, más de cinco mil personas han llegado a la ciudad procedentes de Marruecos, que ha relajado las medidas de seguridad en la frontera, dando pie a una circunstancia que Juan Vivas, presidente de la Comunidad Autónoma de Ceuta, ha descrito como “invasión”.

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes que se desplazaría de forma inmediata a Ceuta para conocer de primera mano la situación en la ciudad. Además, se ha ordenado el despliegue del ejército, tanto para reforzar los pasos fronterizos como para “restablecer el orden en la ciudad con la máxima celeridad”.

Desde Madrid se afirma la colaboración con las autoridades marroquíes, aunque en los últimos meses diversos episodios han provocado tensión en las relaciones diplomáticas entre ambos países. A ello hay que sumar el malestar por parte de las autoridades locales, que han vivido el cierre absoluto de la frontera de paso hacia Marruecos desde el 13 de marzo de 2020 por la pandemia del coronavirus, lo que ha dejado a miles de marroquíes sin poder acceder a su trabajo y a la vez ha contribuido a ahogar la debilitada economía de la zona.

“La situación es volátil”

La población en Ceuta está sorprendida por una situación que nunca habían vivido. Así lo confirmó a Protestante Digital un miembro de la comunidad evangélica. “Son miles de jóvenes marroquíes que repentinamente han entrado. También hay familias, y se ha producido alguna tragedia, como la muerte de un hombre que se ahogó cuando intentaba llegar a la costa, que a pesar de ser socorrido por la Guardia Civil, no pudo ser reanimado en la playa a pesar de los esfuerzos”, afirma.

Nuestro contacto estuvo esta mañana recorriendo algunas calles de la ciudad y pudo percibir un ambiente de calma tensa. “Hay muchos jóvenes deambulando, el parque está lleno de hombres durmiendo en el césped. Al llegar a casa, una vecina estaba dando algo de comer a algunos, a un grupo de jóvenes que durmieron aquí al lado de donde vivimos…”, explica.

Lo que más preocupa es que no hay capacidad para atender a tantas personas que han entrado repentinamente en territorio ceutí. “Veo por mi ventana a más jóvenes ahora. La situación es volátil, puede explotar en cualquier momento. Oramos por la ciudad, para que no haya un detonante que cause una tragedia, porque bien podría ocurrir. Necesitamos oración”, añade.

Este evangélico nos explica que en medio de esta situación, buscan ser de ayuda. “He podido repartir hoy algunos ejemplares del Nuevo Testamento, que ha sido bien recibido por estas personas. No estamos equipados para servir comidas, ni tampoco tenemos un espacio adecuado para guardar alimentos, y las iglesias pasan también ahora mismo por dificultades económicas. Cáritas hace una buena labor, y están circulando en una furgoneta repartiendo bolsas de comida a los inmigrantes. Hay unas naves que en situaciones normales (cuando entran incluso 100, o 150 personas) tienen capacidad para alimentarlos. Esto ha funcionado bien durante todo este año. Ahora se verán desbordados”, comenta.

“Pedimos oración por sabiduría para las autoridades”

Se produce por tanto una situación “muy frustrante”, que a los ceutíes les produce “cierta indignación, porque una avalancha así responde a una estrategia política”. A su vez, “queremos mostrar nuestro aprecio por las personas y no queremos que nadie les haga daño, dado que entendemos su desesperación. Vienen aquí creyendo que rápidamente van a poder pasar a Europa, algo que no es verdad, es decir, alguien les está engañando”.

A medida que avanzan las horas, las autoridades irán tomando decisiones que tendrán un efecto directo en cómo se desarrolle esta crisis. Por eso, este evangélico considera que lo más importante es “orar tanto por la seguridad en la ciudad, como por sabiduría para nuestros gobernantes, tanto para los que están aquí en Ceuta como en el Gobierno central”.