La AEE ante la gestación subrogada: “Explota y mercantiliza a la mujer”

Para la Alianza Evangélica Española “hay muchos aspectos de la gestación subrogada que preocupan desde la ética y la moral, al atentar contra los derechos humanos de la mujer y el niño”.

Redacción PD

BARCELONA · 08 DE NOVIEMBRE DE 2021 · 18:52

La Alianza Evangélica Española cataloga la gestación subrogada de violencia contra la mujer y el bebé nacido a través de esta práctica. / <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@omarlopez1?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Omar López</a>, Unsplash.,
La Alianza Evangélica Española cataloga la gestación subrogada de violencia contra la mujer y el bebé nacido a través de esta práctica. / Omar López, Unsplash.

El Grupo de Trabajo de Bioética de la Alianza Evangélica Española ha publicado un documento analizando la cuestión de la gestación subrogada. El texto, probablemente el primero en el ámbito evangélico español que aborda este tema en concreto, está estructurado en diferentes apartados que se ocupan en presentar un marco amplio de comprensión sobre esta práctica y una reflexión desde diferentes puntos de vista, como el teológico, el social o el ético.

Desde la Alianza justifican su publicación, en parte, por el peso que la gestación subrogada ha ido ganando en el debate social y político en los últimos años. También influye, según explican en el documento, la falta de concreción en la regulación jurídica de esta práctica, prohibida en el territorio español pero que sí permite inscribir en el Registro Civil a los bebés nacidos de esta manera en otros países. Tal como explica la entidad, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos siempre se ha pronunciado “en relación con los efectos de una filiación derivada de dicha técnica practicada en un país que la admite por nacionales de otro que la prohíbe”.

En su documento, la Alianza argumenta que “no se debería autorizar ni legalizar” esta práctica, y pide que sea considerada como “violencia médica, física y psicológica contra las mujeres”, y “que se prohíba la realización en territorio español ‘de cualquier actividad relacionada con la intermediación que facilite el acceso a estas prácticas en terceros países’ y que tampoco se permita “registrar a esos niños concebidos a través de vientres de alquiler fuera de España”. Al mismo tiempo, reivindica “que frente al deseo legítimo de tener hijos se priorice la adopción nacional”, y también como alternativa “al abandono del hijo” y “al ingente número de abortos” que se registran en el país.

“Muchos aspectos de la gestación subrogada preocupan desde la ética”

Para la Alianza Evangélica Española “hay muchos aspectos de la gestación subrogada que preocupan desde el punto de vista ético y moral y que atentarían contra los derechos humanos, y más concretamente contra los de la mujer y los niños”. La entidad habla de “mercantilización del cuerpo humano”, en referencia tanto a la mujer como al bebé, y también de un atentado contra “la libertad de la mujer, ya que se ve obligada en la mayoría de casos a vender su cuerpo para subsistir económicamente”. “Hay situaciones de pobreza y gran vulnerabilidad que el libre mercado explota, por lo tanto el Estado debe proteger los derechos fundamentales y garantizar la protección de los más débiles”, recuerda la AEE en su documento.

Por otro lado, también aseguran que esta práctica “facilita la explotación de las mujeres porque el procedimiento en sí mismo genera situaciones de vulnerabilidad para la mujer y el bebé que desembocan en la trata y la esclavitud reproductiva”, y remarca que “también supone la violación del derecho a la identidad de los niños”, que “no podrán saber ni cuál es su madre o padre genéticos, ni tampoco podrán saber quién es su madre gestante”.

“Algunas personas pueden argumentar que la gestación subrogada es parecida a una donación de un órgano, pero este argumento no es cierto. En la donación se intenta reconstruir el orden natural de las cosas, mientras que con la gestación subrogada este orden natural se altera intrínsecamente”, señalan desde la Alianza.

“Se habla de un neocolonialismo y explotación de los ricos hacia los necesitados”

En su documento, la Alianza plantea la cuestión de si la gestación subrogada se trata más bien de un negocio que de un derecho de reproducción, y defiende que en lugar de ‘derecho’, “habría que hablar de un ‘deseo’ de tener hijos, o más bien del privilegio que solamente pueden disfrutar unos pocos con poder adquisitivo suficiente, a costa de la vulnerabilidad de las madres gestantes”. 

“Este procedimiento deja ver una gran incongruencia, porque por un lado se considera que una mujer u hombre se realiza cuando puede cumplir el deseo de ser madre o padre, pero para que esto sea así tiene que haber otra mujer que se aliena despojándose inmediatamente de ese recién nacido”, lamentan. “En la realización de ese deseo, hay personas que convierten ese deseo en su negocio. Las agencias que operan como intermediarios lo hacen con ánimo de lucro siendo los que perciben las mayores ganancias, ya que este es un mercado muy lucrativo”, añaden.

En su texto, la Alianza establece una diferenciación entre los argumentos sociales a favor y en contra de la gestación subrogada. Entre los primeros identifica aquellos que “vienen determinados por entender la maternidad como un derecho”, y hablan del “sueño” de ser padres o de “gente que quiere ser feliz”. Con el segundo grupo se refieren a todo aquello “que supone una explotación del cuerpo de la mujer reduciéndola a mera vasija”, y hablan de la “mercantilización del cuerpo” o de la falta de derecho del bebé nacido a través de esta práctica de “saber su filiación”.

“Hemos sido adoptados por Dios”

Desde la Alianza identifican antecedentes bíblicos de ‘gestaciones subrogadas’, por ejemplo, en el caso de Sara y Agar (Génesis 16:4-5) o también de Jacob, Raquel y Lea (Génesis 29:31-30:3), y subrayan que “no es lo idóneo según Dios” ni “su voluntad”. En la Biblia, dicen, “hay textos prescriptivos de la voluntad de Dios y textos descriptivos de la realidad del ser humano caído”. “En este caso, la poligamia, la esclavitud y la maternidad subrogada no son el deseo de Dios”, subrayan.

Hay otra alternativa en la Biblia que da respuesta al deseo de maternidad y de paternidad, y a la vez a la necesidad de familia por parte de niños que no la tienen, y es la adopción, como en el caso de Moisés”, consideran. “Además la adopción nos recuerda que nosotros hemos sido adoptados por Dios, que se ha convertido así en nuestro Padre. Por medio de esta adopción gozamos ya en la tierra del amor cuidadoso de nuestro Padre y esperamos con ilusión la herencia preparada para nosotros en el cielo. La adopción se convierte de esta manera en una preciosa metáfora de lo que son todos aquellos que han aceptado la oferta de ser hechos hijos de Dios”, apuntan desde la Alianza.

 

Puede consultar el documento íntegro en la página web de la Alianza Evangélica Española.

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