René Padilla y la misión integral: un manual de trabajo práctico (2006)

La insistente promoción y desarrollo de la misión integral como base de la acción evangélica en América Latina fue el centro de toda su reflexión durante muchos años.

14 DE MAYO DE 2021 · 10:30

C. René Padilla.,
C. René Padilla.

La FTL no se formó para producir teología per se. Se formó con el propósito de incentivar a las iglesias en nuestro continente y otras regiones del mundo a recuperar mediante la práctica de la misión integral la visión del Evangelio como las buenas nuevas del Reino de Dios que se hizo presente en la persona y obra de Jesucristo y que continúa haciéndose presente a lo largo de la historia por medio del Espíritu Santo.[1]

C.R.P.

 

Si por algo fue conocido C. René Padilla, fallecido hace pocas semanas en Buenos Aires, fue precisamente por su insistente promoción y desarrollo de la misión integral como base de la acción evangélica en América Latina. Ese concepto fue el centro de toda su reflexión durante muchos años y lo expuso ampliamente por todos los países que visitó y en las numerosas publicaciones que coordinó como parte de su trabajo, dentro y fuera de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL). Una de ellas es especialmente llamativa; ¿Qué es la misión integral?, un manual publicado por Ediciones Kairós, en 2006, que incluye guías de actividades elaboradas por Claudia Lorena Juárez y Juan José Barreda Toscano, quien recientemente ha sido nombrado secretario general de la FTL. Se trata de un material que abrió la serie denominada Red del Camino para la Misión Integral en América Latina.

El contenido del libro de 128 páginas gira alrededor de 19 textos publicados previamente por Padilla, divididos en dos secciones, la primera con 11 documentos y la segunda con los 8 restantes. Los títulos de la primera muestran su carácter introductorio: “Misión integral y misión transcultural”, “¿Para qué sirve la teología?”, “La Gran Comisión”, “Misión y compromiso social”, “Compromiso cristiano y conciencia social” y “Testimonio cristiano: palabra y acción”. La segunda incluye textos como los siguientes: “La misión del Reino de Dios”, “Señales del Reino de Dios”, “Evangelio y justicia social”, “Misión y sufrimiento” y “Misión integral: evangélica y ecuménica”.

Todos los capítulos, excepto el primero, aparecieron primero en algún libro, aunque fueron escritos como editoriales de la revista Iglesia y Misión (antes Misión), en 1994 en una publicación de Visión Mundial y también en Discipulado y misión, compromiso con el Reino de Dios (1997). El primer capítulo apareció en la revista Apuntes Pastorales (2004). Aquí se revisarán solamente los seis primeros en el afán de apreciar la manera en que un material de trabajo como éste buscó acercarse desde el ámbito teológico al de la acción práctica en medio de comunidades evangélicas que requerían pasar de los aspectos teóricos a la aplicación directa de estos conceptos. Todo ello aderezado con preguntas, actividades, poemas y hasta algunas canciones que acompañan la exposición. El trabajo, en ese sentido, de Juárez y Barreda fue muy bueno para complementar el texto del autor.

René Padilla y la misión integral: un manual de trabajo práctico (2006)

Manual de trabajo.

Padilla explica la razón de la reaparición de estos textos en el formato elegido: “…aunque todos ellos tienen fecha como se indica en cada caso y reflejan las circunstancias del momento en que fueron escritos, nada de lo que yo he escrito parece haber sido usado tan ampliamente en grupos de reflexión, en iglesias y hasta en instituciones de educación teológica […]. Sigo creyendo que la única explicación para esto es que la lectura de estos escritos no requiere mucho tiempo: son breves, van al grano, no desperdician palabras y éste es el tipo de lectura para gente ocupada” (p. 10). En honor a la verdad, esta percepción se cumple a cabalidad en cada texto, pues proporciona la información básica además de los elementos fundamentales sobre el tema en cuestión. 

En “Misión integral y misión transcultural” subraya que, a pesar de que la idea misma de “misión integral” alcanzó mucha notoriedad, la práctica de la misma es mucho más importante. al subrayar que surgió del seno de la FTL, afirma que, en realidad fue “un intento por destacar la importancia de concebir la misión de la iglesia dentro de un marco de referencia teológico más bíblico que el ‘tradicional’, es decir, el que se había instalado en círculos evangélicos especialmente por influencia del movimiento misionero moderno” (p. 11). A diferencia del propósito de “salvar almas”, se trataba de que la misión integral fuese un nuevo paradigma para la misión que le permita cruzar fronteras y así descubrir que su propósito no es solamente ser grande en número, hacerse rica o políticamente poderosa sino, más bien, “encarnar los valores del Reino de Dios y testificar del amor y de la justicia revelados en Jesucristo, en el poder del Espíritu, en función de la transformación de la vida humana en todas sus dimensiones, tanto a nivel personal como a nivel comunitario” (pp. 15-16).

“¿Para qué sirve la teología?” es un texto que aborda la pregunta del título y plantea que, aunque pocas personas en las iglesias consideran que la reflexión teológica es indispensable, es fundamental discutir su importancia. La distancia existente entre la teología académica y las realidades eclesiales ha dañado profundamente a las comunidades de fe, pues “sin la iluminación de la Palabra, la acción se transforma en un activismo sin sentido de dirección” (p. 22) y se impone el predominio del pragmatismo. Asimismo, la teología sirve para que la fe se articule para “que responda a los nuevos desafíos e interrogantes que surgen de la situación del mundo contemporáneo”. Además, “la reflexión teológica es una tarea que compete a todo el pueblo de Dios. La teología, como la misión, no es propiedad de una elite: es una responsabilidad y un privilegio de todo seguidor de Jesucristo” (p. 24).

Lo que se discute en “La Gran Comisión” es que el concepto que se tiene hoy de esa encomienda no se percibió de la misma manera en los primeros siglos del cristianismo, puesto que las comunidades experimentaron de manera más natural su testimonio cristiano, sin la presión o la obligación que a veces se vive en las iglesias. El mandato a discipular fue entendido como una forma de vida más que como una tarea. Padilla revisa los términos griegos que acompañan la orden del Señor Jesucristo y encuentra muchos matices útiles para enriquecer la respuesta a esa tarea imprescindible. Su conclusión es impecable: más allá de hacer labores evangelísticas (como muchas iglesias todavía se refieren a ese trabajo), el mandato del Señor resucitado es más bien “un llamado […] a la iglesia a dedicarse a formar hombres y mujeres que reconozcan su señorío universal, se integren al pueblo de Dios y emprendan el seguimiento de Jesús, que abarca todo aspecto de la vida humana” (p. 29).

“Misión y compromiso social” discute la imperiosa necesidad de relacionar ambas realidades para la vida de las iglesias en el mundo y remite a los congresos sobre evangelización de Lausana (1974) y Manila (1989), en donde se expuso que la acción social y la evangelización son esenciales para la misión pues la justicia y la reconciliación son urgentes en la vida humana, con todo y que en el segundo disminuyeron significativamente las voces latinoamericanas presentes. En una línea muy similar están “Compromiso cristiano y conciencia social” y “Testimonio cristiano: palabra y acción”. En el primero se rescata la figura de Gonzalo Báez-Camargo (especialmente acerca de uno de sus libros sobre el comunismo) a partir de la cual reflexiona por el lugar de la iglesia en medio de las contradicciones sociales, y la acción social y evangelizadora. En el segundo se redefine la misión a partir de los contextos socioeconómicos como un compromiso integral con las necesidades humanas.

Este manual es una muestra más de la gran capacidad de Padilla para transmitir sus ideas y hacerlas caminar en los espacios prácticos de las iglesias evangélicas latinoamericanas. Eso forma parte de su amplio legado.

 

Notas

[1] C.R. Padilla, “El legado de la Reforma en América Latina: riesgos, desafíos y oportunidades”, en p. 23.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ginebra viva - René Padilla y la misión integral: un manual de trabajo práctico (2006)