Hungría ha estado en el centro de un torbellino político en las últimas semanas después de anunciar un veto al presupuesto de la Unión Europea para los próximos 8 años. El Consejo Europeo (que reúne a los líderes de los 27 países) había acordado vincular el presupuesto, que incluye un fondo de acción anti-Covid de 750.000 euros, al respeto del “Estado de derecho” y a la protección de los derechos humanos en todos los países receptores.

Polonia se ha unido a Hungría para bloquear el acuerdo económico porque “no puede aceptar” las condiciones de Bruselas, que interferirían en su soberanía. Según el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, “este debate no se puede resolver con dinero”. Su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, está especialmente preocupado por el nuevo impulso pro-LGTBI de la Unión Europea, que los líderes de la institución interestatal han presentado como una respuesta directa a las políticas polacas contra la ideología de género.

Una cuestión compleja

Consultado por Evangelical Focus, el secretario general de la Alianza Evangélica de Hungría (MES), Istvan Horvath, explica que la entidad busca “representar a los evangélicos y la visión cristiana de manera independiente”, tratando de ofrecer “un punto de vista equilibrado” sobre todas las cuestiones sociales. Por tanto, la Alianza Evangélica húngara evita un enfoque que pueda confundirse con una especie de “cristianismo político”.

“Queremos mantenernos al margen de cualquier debate divisivo que no sirva a la gloria de Dios y la propagación del evangelio”, explica. “Mi actitud personal ante la pregunta está definida por Zacarías 4:6. Nosotros, los seguidores de Cristo, no tenemos que acercarnos a la gente desde arriba, no con algún tipo de autoridad política, económica, militar o incluso religiosa. Debemos servir a las personas con el Espíritu de Dios y con su amor”, remarca Horvath.

De hecho, hasta ahora los evangélicos húngaros se han mostrado activos en cuestiones tan diversas como la acogida de refugiados, la ayuda a personas prostituidas y la defensa de la vida, entre otros.

Los húngaros no quieren deshacerse de sus valores

Hablando de los enfrentamientos entre Hungría y la Unión Europea, Horvath admite que es casi imposible “ver el espectro completo del tema en cuestión”. Sin embargo, los húngaros generalmente ven las condiciones para la recepción de fondos de la Unión Europea como una forma de “disciplinar a Polonia y Hungría porque estos dos países no están dispuestos a renunciar a sus pensamientos, valores y prácticas”. Estos valores, cree Horvath, son tradicionalmente “europeos y cristianos”. Pero la sociedad húngara “no quiere adoptar el enfoque liberal que ahora se acepta en los países occidentales”.

En otras palabras, apunta Horvath, existen “diferencias morales, problemas de cosmovisión”, que evidentemente dividen a los países de Europa Occidental de sus socios de la Unión Europea en el este. “El sistema de condiciones [que podría retener fondos de ciertos países] es de hecho de naturaleza ideológica, con el objetivo directo de romper la resistencia de los dos países”, señala.

El líder evangélico apunta a “la inmigración ilegal, el tema de la regulación LGTBI y las cuestiones de género” como algunos de los principales temas que necesitarían una valoración más profunda. Antes de seguir con las políticas de la Unión Europea, los húngaros deberían ver en primer lugar “lo que estas tendencias han logrado hasta ahora y lo que se puede esperar de ellas en el futuro”.

El gobierno húngaro ha optado por “revertir las tendencias dañinas o evitar que se expandan”, porque el país “se esfuerza por crear una sociedad saludable; unas políticas favorable a la familia”. Eso podría explicar la ‘rebeldía’ frente a lo que se percibe como una imposición extranjera de otros valores. Se trata de “darnos la libertad unos a otros para que cada nación pueda llevar a cabo sus planes como le plazca”.

Apoyo a Orbán entre los evangélicos

¿Cuál es el apoyo al gobierno de Viktor Orbán entre los cristianos evangélicos del país? Horvath dice que no hay datos disponibles, pero sus conversaciones con líderes evangélicos en los últimos años le llevan a pensar que ciertamente hay prioridades del gobierno húngaro que encuentran un amplio apoyo en las iglesias evangélicas.

Algunas de ellas son políticas favorables a la familia y a los niños (“vivienda, apoyo para la compra de un automóvil”), la protección de la vida, un apoyo explícito para los cristianos perseguidos en todo el mundo, el programa Hungría Ayuda (que “brinda ayuda donde hay problemas independientemente de la nacionalidad y la religión”) y el apoyo a los húngaros que viven en otros países.

“Por supuesto, en los círculos evangélicos también hay personas que son críticas con el gobierno sobre los contenidos o formas de gobernanza”, dice. “Sin embargo, todos los cristianos están de acuerdo en que, según la Palabra, debemos y siempre podemos orar por aquellos en el poder. En este sentido, oramos por los líderes húngaros, los líderes de la Unión Europea y los líderes de otros países del mundo”, añade Horvath.

Una cosmovisión bíblica

El secretario general de la Alianza Evangélica de Hungría reitera que “la confesión e implementación de nuestros valores cristianos no es una cuestión cultural o política, sino que depende de nuestra aceptación de Jesucristo como nuestro Salvador personal”.

La Biblia es lo que guía los esfuerzos de la Alianza, defiende Horvath. “Según nuestro llamado de Dios, queremos impactar en la sociedad con todos nuestros ministerios, haciéndolo con el evangelio, el testimonio de nuestras palabras y de nuestra vida. Cristo es el fundamento, somos uno en Él y esperamos ser enseñados y guiados por su Espíritu Santo ”, recuerda.