Diversos protestantes españoles por el mundo

Las protestantes Caridad Rodríguez Castellano y Carolina Marcial Dorado destacaron por su labor científica y cultural.

20 DE ABRIL DE 2017 · 09:11

La españa pintoresca / Ilustración de Carolina Marcial (Wikimedia Commons / flickr / contenido libre) ,
La españa pintoresca / Ilustración de Carolina Marcial (Wikimedia Commons / flickr / contenido libre)

Caridad Rodríguez Castellano
Se gradúa en la Escuela Normal de Oviedo en 1913, habiendo obtenido el Graduado de Bachiller en el Colegio Internacional de Madrid. Aunque ayuda en las labores pastorales de Besullo -Asturias- su trabajo fundamental lo realizará en varias universidades de los Estados Unidos. Caridad ya en 1915 había tenido ofertas de evangélicos de Barcelona ofreciéndole trabajo, viendo la situación de inestabilidad de Alemania y por consiguiente de la Obra alemana de la cual dependía. Pero les había contestado: "Mientras don Jorge se quede en Madrid, yo también permanezco aquí". Caridad mantuvo una escuela floreciente con los alumnos de los pueblos de Posada, Lorante, Otiello, etc.(Asturias). En los cultos Caridad tocaba el armonio ayudando a su padre Doroteo, quien fallecería a la edad de 92 años. Durante los 25 años de ministerio en Besullo, Doroteo tuvo en Caridad más que una ayuda, pues mucha parte del culto recaía en ella. Cuando falleció Doroteo, Caridad celebró un corto servicio presentado por Daniel Rodríguez. Doroteo y su hija Caridad fueron un faro de orientación y dinamización cultural y espiritual. Caridad era de las primeras mujeres que con esfuerzo había sacado el título de Maestra en Oviedo, y solo cuando el estado puso escuelas en Besullo, ella emigró a América siendo profesora de castellano en Wellesley College y en la Universidad de Nueva York. 

Es conocida la obra Introducción a la historia de España de Juan Rodríguez Castellano. New York University Press 1956, 264 págs. Nacido en Besullo –Asturias- en 1901, fallecería en San Petersburgo en 1970. Historiador e investigador. En 1924 amplia estudios en Alemania. Posteriormente, se traslada a América ejerciendo de profesor en Middlebury College (Vermont) y en las universidades de Tulane (Nueva Orleans) Vanderbilt (Nashville, Tennessee) y Duke (Carolina del Norte) Se conocen otras obras como ―Ejercicios de pronunciación española: Spanish phonological pattern Scribner Spanish series. Autores Juan Rodríguez Castellano, Lorenzo Rodríguez-Castellano Editor Scribner, 1965; ― En busca de oro negro Autor Juan Rodríguez Castellano Editor F. S. Crofts, 1945― Estampas sudamericanas Autor Juan Rodríguez Castellano Editor Appleton-Century-Crofts, 1950. Estos dos libros parecen ser métodos de enseñanza de español. ― Historia de España: breve resumen Oxford library of Spanish texts Autores Juan Rodríguez Castellano, Caridad Rodríguez Castellano. Editor Oxford University Press, 1950, 240 páginas; ― Shorter Spanish review grammar Autor Juan Rodríguez Castellano, Charles Barrett Brown Editor C. Scribner's Sons, 1949, Aparece Juan Rodríguez Castellano como coautor de la obra de Alejandro Casona "Los árboles mueren de pié"(1956) dando a conocer la obra de este y de Antonio Buero Vallejo.

Necesario destacar los cuidados datos que aporta Matilde Olarte Martínez (Universidad de Salamanca) en su artículo “La mujer española de los años 20 como informante en los trabajos de campo pioneros españoles sobre el ciclo vital”

Caridad Rodríguez-Castellano (Besullo, Asturias, 1886 - Madrid, 1972) 
“Caridad Rodríguez-Castellano fue otra gran informante de Kurt Schindler, con quién coincidió en las tareas de organización de las actividades de la Casa de las Españas, fundada en 1930 por Federico de Onís en la Columbia University. Como en el caso de Pilar de Madariaga, Caridad fue hermana de otros intelectuales del momento: del hispanista Juan Rodríguez Castellano, historiador y profesor de español en las universidades norteamericanas de Middlebury, Vanderbilt y Duke (Durham) y del filólogo Lorenzo Rodríguez Castellano, miembro del Instituto de Estudios Asturianos desde 1946, director durante 30 años del Centro Coordinador de Bibliotecas de Asturias y de la Biblioteca Pública de Oviedo. 

Los antecedentes familiares de los Rodríguez-Castellano son un caso muy original dentro del panorama medio de la sociedad española de esa época y conocerlos nos ayuda a entender la formación intelectual a la que tuvieron acceso los hermanos. La familia Rodríguez-Castellano estuvo vinculada, durante varias generaciones, a la Iglesia Evangélica en España23; su padre, Doroteo Rodríguez-Castellano Alba, fue Pastor evangélico de esta Iglesia en la localidad de Besullo (concejo asturiano de Cangas de Narcea) durante 25 años, hasta su muerte en 1950. Debido a esta vinculación, Caridad estudió en el Instituto Internacional, ya que como hemos apuntado anteriormente dicha Institución estuvo en sus orígenes ligada a las misiones de esa Iglesia en España. Cuando el Instituto Internacional se quedó sin dotación económica, al inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se integró en la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones 

Científicas, Institución con la que compartía ideales educativos, estableciéndose como un centro educativo aconfesional y viéndose obligado a impartir educación religiosa evangelista sólo a las alumnas cuyos padres lo solicitaban expresamente. El Instituto pasó a ser así un centro donde convivían, desde su fundación, niñas católicas y niñas protestantes, algo inusitado en la España de principios de siglo. 

Según las fuentes consultadas, Caridad Rodríguez-Castellano, al igual que sus hermanos Juan y Lorenzo, era oriunda de Besullo; sus hermanos estudiaron en el colegio madrileño de la iglesia evangelista de segunda enseñanza "El Porvenir", pero Caridad, a los 10 años, empezó el bachillerato en el Instituto Internacional de Señoritas. Según esas mismas fuentes, obtuvo el título de maestra en la Escuela Normal de Oviedo y ya allí manifestó una postura clara en defensa de su fe evangélica, adhiriéndose así a la solicitud que los profesores de las escuelas nacionales enviaron al Gobierno para eliminar la exigencia, por ley, de impartir la enseñanza del catecismo católico romano. 

También tenemos testimonios de sus estudios musicales ya que participaba activamente en los cultos de la iglesia evangélica en su localidad, tocando el armonio para acompañar los cantos y ayudando a Doroteo, su padre, en sus labores de culto religioso, celebrando incluso su funeral, como se indica expresamente: "Cuando falleció Doroteo, Caridad celebró un corto servicio presentado por Daniel Rodríguez, su sucesor en el ministerio". 

Caridad trabajó en Besullo, durante diez años, ejerciendo como maestra en el Colegio Evangélico de niños, el colegio nocturno y dirigiendo la Escuela Dominical, hasta que en 1916 el gobierno estableció escuelas públicas en dicha localidad y la Iglesia Evangélica vio mermado su número de alumnos. Pensamos que ése fue el detonante para que emigrara a Estados Unidos, ya que, según las fuentes consultadas, estudió Filosofía y Letras en ese país, así en el verano de 1925 la encontramos en un reportaje publicado en el diario ABC sobre la escuela española de Middlebury College junto a su hermano Juan, profesor de dicha Universidad". 

En los libros de registros de Wellesley College aparece "Caridad Rodríguez-Castellano, M. A." en el curso 1924-1925 como "Instructor" del departamento de español". No sabemos cuánto duró su estancia allí, pues gracias a las cartas conservadas por Schindler, sabemos que en 1932 Caridad se encontraba trabajando en el Barnard College (Columbia University) de Nueva York ya que, en esa época, solicitó su ayuda para un concierto que organizó en la Casa de las Españas, concierto en cuyo repertorio figuraba el Romance de las tres cautivas.

Las últimas noticias de sus actividades como profesora del Departamento de español de dicha Universidad, fueron los actos del 23 de abril de 1932: organizó "An Evening of Spanish Music and Dramatics" para celebrar el Día de Cervantes (Fiesta de la Lengua Española), bajo la dirección de Federico de Onís, presentando la obra de Lope de Vega Peribáñez y el Comendador de Ocaña. 

Sabemos que al acabar la Guerra Civil se había desplazado a Europa, ya que hemos encontrado, en la Biblioteca del Wellesley College, una carta que le remite el día 6 de mayo de 1939 a Alice H. Bushee, profesora del Departamento de español de ese Centro, sobre la situación de los refugiados españoles del citado conflicto bélico". 

Después de su viaje a Europa, retornó a su trabajo en el Barnard College, Columbia University, ya que, en 1940, según hemos podido constatar en los libros de registros de esa Institución, se encontraba trabajando como profesora asociada del Departamento de español". Allí debió de permanecer hasta su jubilación, producida durante el curso académico 1943-1944, a la edad de 58 años, figurando en los citados libros de registro su residencia primera en Carcassonne (en el "Hotel Terminus", muy cerca de Andorra) y luego en Madrid (Avda. Reina Victoria, nº 49).

Desconocemos qué le movió a pedir la jubilación anticipada y regresar a la patria, dejando sus actividades académicas en el floreciente Instituto de las Españas y en el Barnard College. Tal vez fueron problemas con el director del Instituto, Federico de Onís o su vinculación familiar con la Iglesia Evangélica de Besullo, dónde en 1944 se reemprendieron los cultos públicos tras el paréntesis que supuso la Guerra Civil y primeros años de la posguerra, cultos que, por aquel entonces, dirigía de nuevo Doroteo, su padre, hasta su muerte, a quién volvió a ayudar a su regreso a esa localidad. Esta dedicación a las actividades de la Iglesia Evangélica en detrimento de sus trabajos de investigación universitarios, ha sido altamente considerada por los historiadores evangelistas, según se desprende de las palabras que le dedica León (2011: 466-467): 

Caridad Rodríguez Castellano no solo aportó su sabiduría en un rincón de Asturias, como era Besullo, sino que supo estar a la altura de las circunstancias en la universidad. Y no solo en los cultos de un insignificante pueblo asturiano, sino que la vemos ejerciendo diversos servicios al protestantismo español. En 1951 la vemos acompañando y traduciendo a "tres señoras comisionados por el Consejo Nacional Norteamericano de Señoras de las Iglesias presbiterianas que ayudan eficazmente a la obra evangélica educativa y benéfica de sus iglesias y que han hecho una visita rápida a Madrid, Lisboa, Barcelona y Zaragoza. La delegación formada por miss Shannon, secretaria de la Junta Misionera de Señoras, además de las Sras. H. Black y J.T. Robison, tuvieron una reunión en la iglesia del Salvador y fueron traducidas por la S[r]ta. Caridad Rodríguez Castellano 

En la biblioteca del Wellesley College se conserva una dedicatoria del escritor Alejandro Casona (oriundo también de Besullo) a Caridad Rodríguez Castellano donde le escribió: "A Caridad, que entiende de Letras y de Espíritu".

Carolina Marcial Dorado
Otra de las destacadas, graduadas en el Instituto Internacional, es Carolina Marcial Dorado, siendo profesora de español en Wellesley College, la Universidad de Puerto Rico, Bryn Mawr y Barnard College de la Universidad de Columbia en Nueva York, donde fundó el Departamento de español. Autora de varios libros de texto de español para extranjeros, fue una de las mejores embajadoras de la cultura española en América, haciéndose merecedora de la concesión de la Gran Cruz de Alfonso XII y de la Cruz de Plata del Mérito Civil, única personalidad protestante que las ha recibido. A su muerte, ocurrida en Nueva York a la edad de 52 de años a causa de un ataque al corazón, el New York Times escribió una amplia necrológica, haciéndose eco de su labor a favor de la cultura española.

El 25 julio 1941 Carolina Marcial Dorado, muere en Nueva York. La protagonista de esta efeméride, - dice Gabino Fernández- era hija y hermana de Colportores. Nació en Camuñas (Toledo). Y tras estudiar en el Instituto Internacional de Señoritas, dedicó toda su vida a la enseñanza universitaria en Puerto Rico y Estados Unidos. Publicó una docena de libros de texto para estudiantes de español, en Boston, USA, entre los años 1918 y 1924. Y todavía seguían editándose en 1968. Pero España no se olvidó de ella. Fue Decana de unos Cursos de Verano de la Universidad de Barcelona y se le concedió la Gran Cruz de Alfonso XII y la Cruz de Plata del Mérito Civil.

ABC de Madrid, 23 de octubre de 1927 publicó un amplio artículo ensalzando su valía personal y su trabajo en favor del español y de España.

José Fernández
Una larga lista de ex sacerdotes romanos aparece trabajando por la difusión del Evangelio en América. El asturiano José Fernández, del Concejo de Quirós, es uno de los primeros sacerdotes convertidos al Evangelio. Su relato en "Lejos de Roma y cerca de Dios" comienza con una biografía íntima y conmovedora: "Nací ciego, no física sino espiritualmente, en 1899 en una de las regiones más montañosas e inaccesibles de Asturias, bien llamada "la Suiza española". En uno de los relatos dice José Fernández: “En 1944 sería asignado, José Fernández, como interprete para los oficiales sudamericanos en Fort Riley, Kansas. En ese tiempo entraría en contacto con el Ejército de Salvación, también en Kansas. El sermón lo daba una mujer con el uniforme típico del Ejército de Salvación, quien con un conmovedor mensaje terminó haciendo un llamamiento a los oyentes a creer por completo en el sacrificio de Cristo, citando las palabras de Juan 5:24. Dice José Fernández: "En ese momento me sentí pasando de la muerte a la vida bajo la influencia de una fuerza sobrenatural. Caí de rodillas, confesé a Cristo como Señor de mi vida y lo acepté como mi salvador personal"

Camp Ritchie seguiría siendo la base militar permanente y muy cerca de este lugar se casaría y asistiría a la iglesia presbiteriana cuyo pastor era Rvd. C.P. Muyskens un compañero de estudios del capellán Kregel que, como él, pertenecía a la denominación reformada holandesa. El 24 de abril de 1945, estando aún en el Ejército, sería ordenado ministro presbiteriano en la iglesia de Hawley Memorial en Blue Ridge Summit. Dos meses después recibió la licencia honorífica del ejército de los Estados Unidos y ese mismo año entró en el Seminario Teológico de Princeton donde obtuvo el título de profesor de Teología. Termina José Fernández su testimonio diciendo que "durante cuarenta y cuatro años fui llevado al Sinaí donde oí los truenos de la ley en los ritos de la iglesia; pero todos los truenos no me pudieron convencer de mis pecados hasta el día en el que fui al Calvario y vi a mi Salvador colgado allí en mi lugar." Anota el comentarista y recopilador de estos testimonios "Lejos de Roma, cerca de Dios": "Después de su conversión era muy activo en el ministerio, especialmente en la costa oriental de los Estados Unidos y con su gente de habla hispana".

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