“El evangelio ha ayudado a la integración de los gitanos y a reconocer estereotipos”

Después de un nuevo gesto por parte de la Unión Europea contra el antigitanismo, la comunidad gitana, entre ellos también los evangélicos de las iglesias de Filadelfia, esperan compromisos eficaces.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 08 DE OCTUBRE DE 2020 · 10:00

En la Unión Europea residen seis millones de gitanos. Se trata de la minoría étnica más numerosa en el territorio. / <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@carolinehdz?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Caroline Hernandez</a>, Unsplash CC,
En la Unión Europea residen seis millones de gitanos. Se trata de la minoría étnica más numerosa en el territorio. / Caroline Hernandez, Unsplash CC

En su discurso sobre el Estado de la Unión, el pasado 16 de septiembre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, preguntaba: “¿Dónde está la esencia de la humanidad cuando cada día los gitanos son excluidos de la sociedad?”. Y añadía: “Estoy orgullosa de vivir en Europa, en esta sociedad abierta de valores y diversidad. Pero incluso en esta Unión, estas historias son una realidad diaria para tanta personas”.

Días antes, el eurodiputado alemán gitano Romeo Franz, de los Verdes, había presentado una resolución por la integración de la población gitana y contra las actitudes de discriminación que ha sido adoptada por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo. El texto del informe señala que “la población gitana es objeto de antigitanismo persistente, una forma específica de racismo”, y que, “a pesar del continuo desarrollo socioeconómico de la Unión y de los esfuerzos por garantizar la inclusión de la población gitana, tanto a escala nacional como de la Unión, la situación general de la población gitana en la Unión no ha mejorado”.

Una discriminación persistente y creciente

La población gitana constituye la minoría étnica más numerosa del continente europeo, con un total de entre diez y doce millones de personas. Sin embargo, la discriminación de la que son objeto sigue incidiendo en la repetición de determinados patrones recogidos por los datos oficiales. En 2019, un 68% de los gitanos en edad escolar abandonaron los estudios de forma prematura. En 2016, según los últimos datos de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, cerca del 80% de los gitanos que viven en los nueve Estados miembros de la Unión con mayores poblaciones gitanas, vivían por debajo del umbral de la pobreza. Además, la tasa media de gitanos que ni estudian ni trabajan ha crecido desde 56% en 2011 al 63% en 2016.

“Es para llevarnos las manos a la cabeza el hecho de que todavía en el 2020 el Parlamento Europeo pida a los Estados miembros que pongan cartas en el asunto sobre la cuestión del antigitanismo”, lamenta el pastor evangélico de filadelfia, profesor de la Escuela Bíblica Evangélica Filadelfia y director de la Asociación Memoria Genocidio Gitano, Miguel Palacios

Para él, y hablando desde el contexto español como reflejo de la situación en Europa y la Unión, el problema es que “llevamos arrastrando desde hace siglos leyes y pragmáticas antigitanas”.

La necesidad de un calendario con objetivos y metas claras

En el informe de Franz adoptado por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo se pide a la Comisión Europea que “establezca objetivos, medidas y metas vinculantes para los Estados miembros”, juntamente con “un calendario claro y unos requisitos de progreso claros y vinculantes”.

El documento recuerda la creación de un Marco Europeo de Estrategias Nacionales de Integración de los Gitanos y el Fondo de Cohesión y lamenta que “la situación general de los gitanos en la Unión se haya estancado y los progresos en los ámbitos de la vivienda, el empleo, la educación y la asistencia sanitaria hayan sido limitados”. Por eso pide más seguimiento de la actitud de los Estados miembros ante el antigitanismo.

“El evangelio ha ayudado a la integración de los gitanos y a reconocer estereotipos”

Hasta el 80% de los de los países de la Unión Europea con más presencia gitana, están por debajo del umbral de la pobreza. / Wikimedia Commons

Este miércoles, la Comisión Europea ha anunciado un nuevo plan a 10 años para fomentar la inclusión de los seis millones de gitanos residentes en la Unión Europea. El objetivo principal es reducir a la mitad la brecha de la pobreza entre los gitanos y el resto de la población haciendo énfasis en los casos particulares de los diferentes Estados miembros. Por eso, cada país de la Unión tendrá que presentar una estrategia nacional en este sentido antes de septiembre de 2021.

Una iniciativa que el director de la Oficina de Iniciativa Gitanas de la Sociedad Abierta, Zeljko Jovanovic, considera que “no resolverá los problemas” y que “no puede dar resultados a menos que se convierta en una parte fundamental de lo que los gobierno harán cuando inviertan en todas las políticas comerciales fundamentales para que los gitanos pierdan o ganen puestos de trabajo”. “La Comisión necesita innovar y difundir el mensaje de posibilidad en las sociedades europeas para que la estigmatización y el racismo se enfrenten a historias de logros, de modo que lo que los gobiernos necesitan hacer no sea en vano”, ha señalado Jovanovic. 

Entrevista a Miguel Palacios

Pregunta: El Parlamento Europeo ha reaccionado contra el antigitanismo en Europa considerando que “la población gitana es objeto de una forma específica de racismo”. ¿Qué te parece esta conclusión?

Respuesta: Me parece acertada. La UNESCO ya habló del antigitanismo enfocándolo desde tres puntos importantes: el antigitanismo simbólico, el material y el institucional. El simbólico tiene que ver con los discursos hablados, cantados, escritos, las imágenes, los documentales y las películas donde aparecen elementos tópicos de discriminación contra los gitanos. El antigitanismo material es claramente un discurso de odio y afecta a cuestiones como el empleo o la vivienda. A los gitanos se les aparta en grupos de viviendas en el extrarradio. Los gitanos también tienen más dificultades para acceder a un empleo o para acabar un determinado nivel de estudios. Por último, también se da un antigitanismo a nivel institucional, por parte de personas que trabajan en algún ámbito de la enseñanza, en los medios de comunicación, por medio de programas que se basan únicamente en estereotipos, o también en la distribución cultural. Por ejemplo, cuando se informa de un delito lo importante son los hechos y la responsabilidad personal, no la etnia específica del delincuente. Y más ahora, que en nuestra sociedad hay delincuencia desde lo más alto hasta lo más bajo.

 

P: En la resolución presentada en el Parlamento Europeo también se habla de que una de las principales consecuencias de esta forma de discriminación tiene que ver con el mayor índice de pobreza, abandono escolar y desempleo, por ejemplo, en la población gitana. ¿Hasta qué punto han influido esas actitudes discriminatorias en la situación de la población gitana?

R: La población gitana recibe el castigo no de la sociedad actual, sino que estamos hablando, en el caso de España, del siglo XV, cuando los Reyes Católicos ya promulgaron una primera pragmática contra los gitanos al prohibirles hablar su lengua y vestir sus vestidos. Luego hay otras más de doscientas pragmáticas en contra de los gitanos por parte de los diferentes reyes españoles. Todo esto ha generado su influencia. Muchos reyes castigaban a los gitanos enviándolos a galeras, por ejemplo. Todo este tipo de leyes y actitudes han desarrollado el antigitanismo en los tres niveles que comentaba antes. No nos hemos levantado hoy por la mañana y hemos descubierto que la sociedad es antigitana. Llevamos arrastrando desde hace siglos leyes y pragmáticas antigitanas. Por ejemplo, no ha sido hasta hace relativamente poco que Juan de Dios Ramírez Heredia, el primer diputado gitano en España, consiguió una proposición no de ley para derogar un edicto de la Guardia Civil que venía a decir que todo gitano era un presunto delincuente. Es decir, hasta no hace mucho, en España, por el hecho de nacer siendo gitano ya se era un presunto delincuente para la Guardia Civil.

“El evangelio ha ayudado a la integración de los gitanos y a reconocer estereotipos”

Juan de Dios Ramírez Heredia, el primer diputado gitano en el Congreso, en su ceremonia de nombramiento como doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz, en 2008.

P: Una de las recomendaciones que hace el Parlamento a la Unión Europea es que “establezca objetivos, medidas y metas” para los países, además de “un calendario claro”. Hasta ahora se han aprobado diferentes planes y estrategias para combatir el antigitanismo pero ninguna ha ofrecido resultados concretos. ¿Por qué?

R: En el Parlamento Europeo hay gente que se da cuenta de lo que está ocurriendo. Hemos luchado mucho para que se enseñe la historia de los gitanos. Volviendo al caso español, es muy curioso que en los libros de texto no haya ni una página que explique la presencia de gitanos desde el siglo XV. Por eso se ha recomendado que esto se enseñe por medio de unidades didácticas. También se ha recomendado que los cuerpos de policía estudien estos contenidos para dejar de lado estereotipos clásicos. De ahí a que se lleve a cabo hay un paso, porque no se han hecho calendarios y se han dejado de lado las directivas que llegan desde la Unión Europea. Es importante que el Parlamento Europeo esté encima de este tema y pida ciertos cumplimientos. A diferencia del caso del antisemitismo, no hemos podido conseguir que se reconozca el antigitanismo. El racismo es, en todas sus formas, una lacra, sea contra judíos, negros o gitanos. Es para llevarnos las manos a la cabeza el hecho de que todavía en el 2020 el Parlamento Europeo pida a los Estados miembros que pongan cartas en el asunto sobre esta cuestión. 

 

P: ¿Qué medidas crees necesarias para ir viendo respuestas contra el antigitanismo a corto plazo?

R: La primera necesidad es llevar a la docencia y la enseñanza la historia del pueblo gitano. Cuando se da a conocer la historia del pueblo gitano se descubren siglos y siglos de grandes sufrimientos a manos de los mismos perpetradores. Por eso, se debe comenzar a enseñar en los diferentes niveles del sistema educativo la realidad del tristemente olvidado holocausto gitano, por ejemplo. Sobre el antisemitismo se han escrito libros, se han hecho películas, se han habilitado estudios específicos, pero del antigitanismo no. Desde la docencia se puede hacer mucho en este sentido. 

Si el Parlamento Europeo, la UNESCO o el Congreso de los Diputados se quieren implicar, deben haber medidas concretas. Por ejemplo, la creación de un observatorio contra el antigitanismo, que también ha sido una recomendación. Además de la docencia, la convivencia también es necesaria. Hace unos años organizamos un viaje a Auschwitz con chicos gitanos de la Iglesia Evangélica de Filadelfia y alumnos no gitanos del Liceo Francés de Madrid. Y vivimos una experiencia muy impactante, porque al final del viaje los chicos no gitanos se abrazaban a los gitanos llorando y pidiéndoles perdón.

En tercer lugar, también es necesario que los medios de comunicación se impliquen. Hace tiempo recibí una llamada de una cadena de televisión que buscaba a un chico gitano para un programa de estereotipos. Yo les recomendé a dos chicos; uno que estudiaba química y era rubio, y el otro que era historiador y pelirrojo. Me dijeron que no estaban interesados y que ninguno encajaba con su enfoque.  

 

P: ¿Qué hay del ámbito evangélico? ¿Hay antigitanismo en el ámbito evangélico?

R: Dentro del ámbito evangélico no me he sentido discriminado nunca. Uno de los principios de todo evangélico es el amor hacia todas las personas. A mí, hace años, me propusieron para la junta directiva del Consejo Evangélico de Madrid sin presentarme yo al cargo y estoy muy agradecido por ello a Manuel Cerezo, Pedro Tarquis y otros hermanos. También, nuestra Iglesia Evangélica de Filadelfia está abierta para los hermanos y hermanas que no son gitanas. Tenemos miembros que no son gitanos, incluso a predicadores y pastores. Nos une la Biblia, la doctrina y la fe.

 

P: Como gitano cristiano, ¿cómo crees que la visión bíblica podría ayudar a superar el antigitanismo en diferentes países europeos?

R: El Evangelio es una buena herramienta para la integración. Hace cuatro años visitamos el Parlamento Europeo como Iglesia Evangélica de Filadelfia para presentar todo el trabajo que hemos hecho en España desde mediados de la década de 1970. Los parlamentarios que nos recibieron nos preguntaron que dónde habíamos estado antes y porqué no nos habíamos dado a conocer hasta entonces, porque la obra de integración que los pastores de filadelfia hacemos en nuestras iglesias es muy importante. El pastor gitano no solamente predica el evangelio, sino que hace una gran labor para integrar en la sociedad a su congregación y a la parte más próxima del pueblo gitano, aconsejando a los jóvenes que estudien para prepararse para el mercado laboral a pesar de las dificultades. También sirve de puente con instituciones locales. El evangelio ha ayudado mucho a que los gitanos nos integremos y que la sociedad reconozca los estereotipos que arrastra.

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