Maternidad regalada

Con nuestros malestares anochecieron sus días. Con simples besos se sintieron agradecidas. Nos han querido como a nadie más en el mundo.

07 DE MAYO DE 2021 · 10:15

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Foto de Marcelo Silva en Unsplash CC.

Hay madres de cuerpo y madres de alma. Madres de hijos al por mayor y otras que lo son al por menor. Hay futuras madres de proyectos esperanzados. Otras están a la puerta de serlo, arden en deseos de que su espera se haga realidad. Sueñan con afanes deliciosos al sentir en su vientre el ajetreo inquieto de movimientos invisibles. El milagro de un cuerpo al formarse dentro de otro cuerpo.

No obstante, hubo una, la mejor de todas a nuestro grato entender, que nos dio la vida, nos trajo al mundo. Bebimos su leche. Noche tras noche la privamos del sueño. Ella se quitó de la boca el alimento que nos apetecía. Nos guardó de los males que acechaban nuestro entorno y nos quiso con locura. Trenzó nuestros cabellos y empujó los columpios de ilusiones que llevamos dentro.

Con nuestros malestares anochecieron sus días. Con simples besos se sintieron agradecidas. Nos han querido como a nadie más en el mundo, un amor que se renovaba  por completo cada mañana. 

Cierto es que cometieron errores, que hubo épocas en las que resultaba difícil el encuentro y sólo el gesto de apretar los labios en silencio se hacía posible. Pero quién duda de la bendición de sus afectos. Siempre la maternidad es regalada.

 Queridos lectores, de las nuestras, muchas han partido ya. Nos han dejado una huella imborrable. Otras llevan la longevidad como carga pesada a causa de la profundidad vivida. Pasen los años que pasen, permanecerán como las flores siemprevivas.

Yo, pobre narradora, con cierta melancolía desparramada en mis recuerdos, reclamo aquel corazón de madre que he perdido. No tengo capacidad para el olvido. Sin esperar un segundo más, alcanzo hoy una de sus fotos para tenerla aún más cerca, y la miro.

A las que han parido, a las que se sienten madres de corazón porque es ahí donde les ha brotado la semilla, a las que lo son por la experiencia que les ha tocado en el camino de la vida, a todas, con sus virtudes y defectos, felicidades.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Maternidad regalada